Intensidad: es la cantidad de color que tiene el vino.
Taninos: son los compuestos amargos en la piel y semillas de uvas que dan estructura al vino tinto. (Los vinos blancos tienen taninos poco o nada, ya que generalmente no se fermentan con las pieles). Si bien algunos taninos son deseables, los vinos demasiado tánicos pueden causar una sensación de sequedad en la boca.
Cuerpo: qué tan pesado o lleno se siente el vino en la boca. El vino a menudo se describe como ligero, mediano o con cuerpo.
Final: un término utilizado para describir cuánto tiempo permanece el sabor de un vino en la boca después de tragar. El vino puede tener un final corto o largo.
Afrutado: un descriptor de uso común para vinos que tienen notas de frutas como ciruelas, berries y/o otras frutas. Si bien los vinos blancos pueden ser afrutados, este término se usa más comúnmente con tintos.
Alcohol: contribuye al “cuerpo” del vino, esta sensación de cuan “pesado” o ligero es ese vino.
Dulzor: presencia de azúcares en un vino. De menor a mayor un vino puede ser seco, casi seco, medio o dulce.